Cancún, 26 de noviembre (Infoqroo).— Ser el primer obispo de la Diócesis Cancún-Chetumal es una motivación y responsabilidad muy grande y delicada para monseñor Pedro Pablo Elizondo, pero es también “ un compromiso de amor”.
“Cristo me eligió, decía ‘si me amas, apacienta a mis ovejas’, es una alegría y bendición porque el requisito número uno para ser diócesis es tener clero propio nativo, si no hay sacerdotes nacidos y ordenados aquí, no se puede; y hemos tenido bastantes vocaciones y que en estos tiempos haya muchachos valientes para seguir el llamado del señor nos da alegría y esperanza porque podemos responder a las necesidades de la gente”, expresó en entrevista con el noticiero Origen.
Agregó que a la Iglesia Católica le corresponde reforzar y generar los valores de la familia, de la persona, de la sociedad, por eso es importante que se haya elevado la prelatura Cancún Chetumal a diócesis en febrero pasado.
“Esta elevación se da por petición de obispos de México, por el nuncio apostólico, que ven que el tamaño de esta prelatura era como cualquier otra diócesis de México, por sus 150 sacerdotes y su número de parroquias; las iglesias pasaron de ser seis a 60 en los 50 años de (la fundación de) Cancún; el crecimiento democrático en la iglesia hizo que sugirieran que yo pidiera al Papa esta elevación, que se votó unánimamente”, explicó.
La bula de la proclamación llegó en febrero y la ceremonia debió tener lugar en abril, pero debido a la pandemia se realizó el pasado 21 de noviembre, en el marco de los 50 años de la fundación de la prelatura, “fue una coincidencia de la providencia de Dios, muy agradable”, dice.

Sin hacer un evento multitudinario, recordó, ese día se invitó a parroquias de Bacalar, Chetumal, Nicolás Bravo y El Ingenio, entre otras, a participar con su propio carro alegórico e imagen en una caravana, que pasó por Bacalar, Carrillo Puerto, Tulum y Playa del Carmen hasta llegar a Cancún.
“Fue muy bonito porque en los pueblos mayas más chicos la gente salió a cantar porque venían el Santísimo, la Cruz Maya y la Virgen abriendo la caravana, lo vivieron con mucha emoción”.
Sobre qué significa ser diócesis, recordó que representa ser la Iglesia de Cristo verdadera y concretamente. “En una diócesis se manifiesta la Iglesia Católica como tal, no es una organización o una entidad política, es la Iglesia Católica en comunión con Roma”.
“Es muy importante ser plenamente la Iglesia de Cristo, con su obispo. Como Pedro a la cabeza, está realizando lo que Cristo estableció y como él lo quiso; el obispo es sucesor de los apóstoles, cada obispo que consagra a otro, que le impone las manos a otro, llega hasta alguno de los apóstoles”, destacó.
Sobre la fiesta de la Virgen de Guadalupe, el próximo 12 de diciembre, indicó que la gente podrá visitar y entrar a los santuarios en grupos pequeños y controlados, de alrededor de cincuenta personas, sobre todo los antorchistas, que no sabe si van a recorrer las carreteras como cada año, pero se les estará esperando también en capillas e iglesias de Guadalupe, como al resto de los fieles.





