Satisfechos los empresarios que confeccionaron 890 mil uniformes
Chetumal, 28 de septiembre (Infoqroo).– Los empresarios textiles de Quintana Roo, se declararon satisfechos, luego de haber concluido “en tiempo y forma” la entrega de 890 mil uniformes para niños y jóvenes inscritos en escuelas de Quintana Roo para el ciclo 2018-2019.
Pedro Quintal, de Uniformes La Rana, y Diego Perera, de Uniformes P-Mart, señalaron que fue una gran experiencia, que dejó importante derrama económica en el centro y sur del Estado –el contrato fue por 120 millones de pesos–, en sueldos, nuevos equipos para los talleres y que permitió a los dueños de esas empresas salir de deudas.
En entrevista para el noticiero matutino del SQCS, señalaron que otra de las cosas positivas fue que, luego de varios intentos, pudieron constituir la Unión de Productores Textiles de Quintana Roo, que agrupa a 25 empresas de Chetumal, Carrillo Puerto, Bacalar y Calderitas, las cuales participarán mañana en un festejo por su logro.
Quintal señaló que la confección de los uniformes “fue una labor titánica, laboriosa”, que requirió la firma de convenios con varias empresas para cumplir los términos del contrato, pero en cuanto los estudiantes entraron a clases, empezó el reparto de uniformes.
Hemos tenido cambios y ampliamos el plazo para hacerlos porque hay alumnos nuevos, otros que se cambiaron o tuvieron inconveniente por no dar la talla. Eso no está en el contrato, pero lo hicimos con gusto y no hay una sola queja por la calidad de las prendas, manifestó.
Aunque la adjudicación fue para Uniformes La Rana, en la confección participaron más de 300 personas del centro y sur del Estado, añadió Perera.
El trabajo fue arduo, difícil porque nunca habíamos hecho un trabajo tan grande, pero es grato haberlo concluido como lo hicimos, subrayó.
Para cumplir ampliamos la planta laboral con apoyo de la Secretaría del Trabajo, pero también pusimos anuncios y llamamos a gente que conocíamos. No sólo hubo que contratar gente que supiera coser o bordar, sino también para embolsar, doblar las prendas, armar las cajas, muchas actividades que no hacíamos, continuó.
El empresario explicó que, además, compraron máquinas y equipos que facilitaran el trabajo, que dieran rapidez y calidad en la producción.
La experiencia, explicó Quintal, les permitió pasar a otro nivel, en el que tuvieron que implementar medidas para el cuidado cumplir no sólo con la cantidad, sino con la calidad en tiempos precisos.
Sin embargo, reconoció que el contrato fue rentable y gracias a eso hoy muchos talleres tienen maquinaria nueva que facilita la producción, razón por la cual la mayoría de los dueños de talleres está entusiasmada.
Por último, apuntó que el contrato abrió opciones para los jóvenes emprendedores, pues se vio la necesidad de crear micro o medianas empresas fabricantes de hilos, telas, botones, cajas de cartón, bolsas y otros insumos para la industria textil.
