PGR investiga construcción de hotel en zona de anidación de tortugas en Cancún
Cancún, 8 de noviembre, (Infoqroo).-La Procuraduría General de la República (PGR) comenzó una investigación por presunto daño ambiental en un área de anidación de tortugas en un predio de Playa Delfines, donde se pretende construir un hotel.
El inicio de trabajos de delimitación del terreno donde se pretende construir un centro de hospedaje de 14 niveles en una de las últimas ventanas al mar que tiene la zona hotelera de Cancún, atrajo la atención de grupos ambientalistas que interpusieron ya una denuncia formal ante la dependencia federal por el daño ambiental a un importante punto de anidación de tortugas.
Al respecto, Katerine Ender Córdoba, representante legal de la asociación “Movimiento Social en Pro de los Derechos del Pueblo” y fundadora de “Guardianes del Manglar”, ratificó esta mañana por escrito ante la PGR una denuncia contra quien resulte responsable por la construcción de la estructura metálica en playa Delfines.
La denuncia quedó asentada en el expediente FED/QR/CUN/0001224/2017
De acuerdo con información que proporcionaron autoridades federales y municipales, esta semana comenzaron trabajos de delimitación del terreno donde se pretende construir un hotel del Grupo Grand Solaris.
La queja que interpuso la activista es para que se investigue si la empresa tramitó los permisos ambientales de obra y por afectar la duna costera y nidos de tortugas.
Horas después de que ingresó la queja en la delegación de la PGR en esta ciudad, dos elementos de la dependencia realizaron una visita al lugar donde se pretende construir el centro de hospedaje.
Durante la visita, llamó la atención que por lo menos tres de los trabajadores vestían chalecos de seguridad con logotipos del gobierno del estado de Yucatán en el período 2012-2018.
En entrevista, Ender Córdova lamentó la “voraz ambición” de los empresarios hoteleros, al querer una vez más imponer sus propias leyes y afectar el medio ambiente.
La defensora ambientalista aseguró que al igual como sucedió en Malecón Tajamar, en enero del 2016, el problema no es cuestionar si la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) otorgó o no el permiso para iniciar la construcción de la obra, si lo hizo desde julio pasado o n responde al Plan de Desarrollo Urbano del Municipio Benito Juárez o si cuenta con la aprobación de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), sino la forma incorrecta de cómo ejecutan sus propios permisos los promoventes.
Reconoció que si bien el predio tiene varios años “impactado” y es una zona rocosa, forma parte de un área natural y donde hay mangle y dunas marinas, a las que arriban tortugas a desovar en temporadas, además de que hay tiburones y hasta delfines donde tienen a sus crías.
Apoyada con fotografías, que incluyó en su queja interpuesta ante la PGR y más tarde ante la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), en Quintana Roo, aseguró que en esa parte de Playa Delfines, hay por lo menos 535 nidos con un promedio de entre 90 y 115 huevos de tortuga cada uno.
En ese corral, precisó, hay una lona que dice zona de anidación de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) y bajo la vigilancia de la Dirección de Ecología del Municipio Benito Juárez.
En entrevista aparte, el delegado de Semarnat en la entidad, Renán Eduardo Sánchez Tajonar, anticipó que el proyecto hotelero de la cadena Gran Solaris, contempla edificio de 14 niveles con planta baja y 449 habitaciones a desarollarse sobre más de 18 mil metros cuadrados.
Refirió que cuenta con su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) emitida el 7 de julio de 2017, que el terreno donde se construye, ya está “perturbado” y perdió su vegetación hace mucho tiempo, incluso el predio está dentro de zona urbana.
“Cabe destacar que nosotros autorizamos meramente la parte del predio que se encuentra en propiedad privada, el proyecto no se realizará en área de playa ni de anidación de tortugas”, puntualizó.
Además, mencionó que en este predio particularmente se contaba con constancias de uso de suelo que fueron renovando, por lo que lo que faltaba era la licencia de construcción, que otorgó la actual administración municipal.
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