Desarrollo urbano, actividad humana e incendios amenaza para selvas tropicales de la Península de Yucatán
Mérida, 20 enero (Infoqroo).- El crecimiento de las ciudades, la ampliación de las actividades de producción, los incendios forestales y, en menor medida, los eventos naturales como huracanes, amenazan la gran extensión de selvas tropicales que la Península de Yucatán preserva, advirtió Juan Manuel Dupuy Rada.
El investigador de la Unidad de Recursos Naturales del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), quien actualmente realiza trabajos de investigación sobre la resiliencia o capacidad de recuperación de las selvas tropicales de la Península de Yucatán, añadió que esta amenaza no es exclusiva de la región, ni de México, sino de todo el mundo.
En un comunicado, el científico recordó que la Península de Yucatán alberga una extensión importante de selvas e, incluso enfatizó que se trata de la segunda masa forestal más importante de América Latina, después de la selva amazónica.
En cuanto al peligro que las actividades productivas representan para la selva yucateca, indicó que este se ve representado por recursos legales como el cambio de uso de suelo, que permite talarla para dedicar esos terrenos a otras actividades con esos fines, tales como la agricultura o la ganadería, o también para desarrollar infraestructura u otras actividades, lo cual provoca daños casi permanentes y preocupantes para esas superficies y para todo el planeta.
Dupuy Rada también habló de los incendios forestales como otra causa de la pérdida de las selvas, y cómo la recuperación de la extensión vegetal
dañada depende de la magnitud del incendio y el tamaño del territorio dañado.
Por otro lado, el científico señaló el crecimiento de la población y del consumo como otro factor que ha afectado las selvas: “El aumento de las actividades humanas conlleva a un desplazamiento de las zonas que originalmente tenían cobertura selvática o boscosa, y que ahora son reemplazadas para dar lugar a infraestructura, agricultura, ganadería o zonas urbanas”, explicó.
De igual forma, mencionó que la mayoría de las selvas de Yucatán son secundarias, zonas que han sido intervenidas a consecuencia de la tala y otras actividades humanas y naturales y que se han recuperado paulatinamente, abarcando una extensión importante del territorio. Mencionó que aunque este tipo de selvas cumple importantes funciones, no brinda la misma cantidad y calidad de servicios ambientales que la selva original.
Para finalizar, el investigador sugirió algunas alternativas para hacer un uso más eficiente del suelo en el desarrollo de las actividades productivas como una solución a la conservación de las selvas.
“En vez de talar todo un terreno, es conveniente dejar pequeños parches o corredores de árboles, o implementar actividades como los “tolchés” (una práctica agroforestal), o también actividades silvopastoriles, en las que pueda hacerse buen uso del suelo a nivel productivo, pero conservando al mismo tiempo, parte de la cobertura forestal”.
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