X-Lankiíuic; Una comunidad con encanto
Felipe Carrillo Puerto.- La comunidad de X-Lankiíuic, es una de las poblaciones de la zona Maya de Quintana Roo que aún preservan su encanto, pues entre otros atractivos cuenta con vestigios arqueológicos vírgenes y un ojo de agua convertido en una laguna, que sumerge las faldas de uno de los montículos erigido en esta zona por sus ancestrales pobladores.
Con una belleza natural única en esta parte sur del estado, X-Lankiíuic, ubicada cerca de la alcaldía de Señor, a ocho kilómetros de la población de Chanchén Comandante y a 34 kilómetros de la cabecera municipal, Felipe Carrillo Puerto, tiene de todo un poco para conquistar a quienes gustan del ecoturismo.
Para llegar a esta pequeña población, ahora convertida en ranchería, es necesario trasladarse bajo un claro de selva en donde los pobladores de las comunidades cercanas practican la ganadería.
Hace más de medio siglo en esta pequeña población vivían, varias familias quienes aprovechaban las bondades de la tierra para dedicarse a la agricultura, apicultura, a la cría de animales de patio.
Los remanentes de esta producción, que tenía como objetivo primario el autoconsumo eran vendidos en la comunidad de Señor o a los compradores que llegaban a esta zona, procedentes de Felipe Carrillo Puerto o de Yucatán.
De acuerdo con Francisco Yamá Ek, quien se presume es ya el único habitante que queda en ese lugar, la emigración lo ha dejado despoblado.
Todas las familias emprendieron el éxodo para iniciar mejores formas de vida en la comunidad de Señor ubicada al sur, a unos 15 kilómetros, en donde en ese entonces iniciaba la escuela primaria y ahí los hijos de las familias podían ingresar a la educación formal, ausente en X-Lankiíuic.
Resaltó que, ahora, la selva se ha encargado de recuperar en su gran mayoría los predios en donde habitaban las familias quedando solo una vivienda y algunos animales que él comercializa en la comunidad de Señor.
Agregó que después de muchos años, sigue fomentando el lugar con los pocos recursos con los que cuenta, pues es una persona adulta mayor y las fuerzas no le alcanzan para trabajar la tierra como en antaño.
Sola, y eventualmente, su hijo lo ayuda en algunas labores del campo, para cortar leña que vende en Señor y cuyos recursos le permiten comprar despensa para subsistir en esta ranchería.
A X-Lankiíuic, por cierto, lo embellece una pirámide aun no explorada y una laguna que bordea uno de los costados del vestigio arqueológico que algún momento del tiempo sirvió como un punto de concentración de los primeros habitantes mayas de esta zona.